Una experiencia ciclista inolvidable
¡El recorrido en bicicleta es simplemente espectacular! Me siento preparado para la aventura. Conozco estas rutas a la perfección. Reitero en mi mente la importancia de gestionar la distancia. 5000 metros de desnivel son un gran desafío…
Desafíos iniciales en el recorrido
Al abandonar la transición, empiezo a ascender. Las primeras pendientes me presentan el desafío del camino. Subo con confianza, mientras mi pulso se mantiene estable. La famosa subida hacia St. Apollinaire se siente intensa. Luego, disfruto de la bajada hacia Prunières, con vistas asombrosas al lago de Serre Ponçon. Regreso por Savines, Boscodon y finalizo los 45 km en 1h35. Regreso a Embrun, y por primera vez en años, giro hacia la subida de Les Orres para continuar el recorrido. Estoy en la carrera de los «grandes».
Una atmósfera inigualable
La energía es contagiosa. La multitud me anima en cada curva. Me acerco a nuestro camping para saludar a mis seres queridos. Ellos están aquí, brindando apoyo invaluable. Ahora, enfrento horas de soledad y esfuerzo constante.
La subida al Col d’Izoard
El Col d’Izoard es el verdadero reto. Este recorrido no da tregua, cuenta con subidas constantes. Después de pasar por Guillestre, me encuentro en la base de la montaña. La belleza del paisaje me motiva mientras avanzo. Hidrato mi cuerpo y consumo geles para mantener la energía. La paciencia es clave en este terreno montañoso.
El regreso y el último esfuerzo
Dicen que después de Izoard, lo fácil ha pasado. Sigo pedaleando, enfrentando nuevos ascensos. La subida del Pallon me duele, pero la animación del público me alienta. He pasado más de 8 horas en la carrera. Comienzo a pensar en el maratón. A pesar de las molestias, mantengo una buena ventaja. Cada kilómetro se siente más pesado, pero sigo adelante.
Al llegar a Embrun, cruzo miradas con amigos y familia. Su apoyo me da un nuevo impulso. La subida final es dura, pero veo a mi hermano esperándome. Compartimos un breve momento que me revitaliza. La bajada es peligrosa, así que mantengo la concentración. Llego al parque de bicicletas, sintiéndome como un guerrero que aún debe luchar.
Preparación para el maratón
El tiempo para dejar la bicicleta ha llegado. En la transición, encuentro una oportunidad inesperada. Necesito alivio para mi espalda. Un masaje rápido me ayuda antes de comenzar la carrera a pie. Aunque me parecerá que pasaron horas, solo fueron unos minutos.
Estoy listo para enfrentar el próximo gran desafío. La carrera ha comenzado y la meta se acerca cada vez más.
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