Superando el síndrome del impostor: Camille Lorente comparte su pasión por la carrera como deporte de disfrute

Para Camille, todo comenzó con un plan de entrenamiento que encontró en internet. «Recuerdo que las sesiones de 20 minutos fueron mi punto de partida. En ese momento, busqué un programa que me ayudara a alcanzar este tiempo sin sentir que me moría», cuenta con una sonrisa. «El primer día, alterné entre correr un minuto y caminar otro. Así, poco a poco, fui logrando correr esos 20 minutos sin pausas.» Este enfoque temporal se convirtió en su estándar. «Siempre me propongo el reto de 20 minutos. Así, aunque solo haga eso, ya cumplí mi meta», agrega.

Consejos para principiantes en la carrera

Camille recomienda a quienes desean iniciar a «establecer metas pequeñas y alcanzables». Hay muchos recursos en línea que ayudan a progresar y permitir que el cuerpo se adapte al ejercicio. Además, aclara: «No te conviertes en corredor de maratones de un día para otro». Este camino requiere paciencia y dedicación.

El viaje de Camille hacia el semi-marathón

Desde sus primeros 20 minutos hasta el semi-maratón, Camille recorrió un largo camino. Mantenerse enfocada fue fundamental. «La motivación y la disciplina me llevaron a mis objetivos deportivos», explica. Este proceso le enseñó a ser indulgente con ella misma. Aprendió que, a veces, es normal perder la motivación. «Si pierdes una sesión, lo esencial es volver a intentarlo», comenta. Para ella, eso genera una mayor constancia.

Los beneficios psicológicos del deporte

Con la constancia, Camille experimentó múltiples ventajas psicológicas del ejercicio. «Me ha ayudado a soltar tensiones y a aclarar mis ideas. Ahora me siento más fuerte y parte de la comunidad de deportistas. Antes, los admiraba sin entender cómo lo hacían», reflexiona. «Saber que puedo lograrlo me empodera mentalmente». Sin duda, su esfuerzo ha valido la pena.