La Preparación para la Aventura en el Mar
Léo mira el reloj. “Faltan 20 segundos para el inicio”, dice mientras mueve el timón. Desplazamos el barco suavemente hacia la línea de salida. Echamos un vistazo, estamos lejos de los demás. ¡Perfecto! Ahora, necesitamos acelerar. Pierre se enfoca en los ajustes. Con gran destreza, tensa la vela mayor y ajusta el foque meticulosamente. El barco comienza a ganar velocidad rápidamente. Con un ligero giro, orientamos la proa hacia la primera boya. “3… 2… 1… ¡Ya!” Suena la señal. La radio confirma que no hemos cruzado la línea prematuramente.
Estrategia y Tácticas en la Competencia
Pierre asiente con aprobación. “Debemos navegar contra el viento”, comenta. Nuestra táctica para el inicio resulta efectiva. ¡Gran trabajo, Léo! Pasamos la boya en primera posición. Más tarde, el periodista titulará: “Los testadores de Tribord lideran la regata”. Nos proponemos demostrar que venimos a competir en serio.
Decido dejar que Léo maneje. Él tiene más experiencia en el timón. Mientras tanto, me enfoco en la estrategia para el resto de la travesía hacia Brest. De repente, veo nubes oscuras acercándose. Agarro nuestras botas, chaquetas y pantalones impermeables. Nos cambiamos justo a tiempo. Al cabo de diez minutos, reducimos la vela mayor; el viento sopla con fuerza.
Desafíos Nocturnos y Momentos de Calma
Léo menciona que tras la punta, enfrentamos un fuerte viento cerca de Audierne. Aprovechamos las últimas luces del día. Decidimos preparar una cena caliente: pasta boloñesa liofilizada. Nos aseguramos de guardar agua caliente en el termos. Un té caliente será un alivio más tarde.
A las 23:00, pasamos el famoso raz de Sein. Este lugar es conocido entre los navegantes por sus fuertes corrientes. Hoy, el mar se presenta tranquilo. Las luces parpadeantes nos rodean. Debemos distinguir las boyas de los peligros ocultos y los barcos rivales. Pierre, confiado, señala la dirección correcta. Con un ligero zigzagueo, logramos pasar y fijamos rumbo a Brest, actualmente en cuarto lugar.
Descanso y Resiliencia durante la Regata
Antes de comenzar, leí sobre la energía del inicio de la carrera. La adrenalina hace que la fatiga pase desapercibida. Comprendí que es crucial descansar en las primeras horas. Intento dormir un poco. Muevo un saco de velas y me recuesto en la litera. Pierre me explica el funcionamiento del despertador. “Es un temporizador grande. Ajusta aquí y enciende con este botón. La alarma será ruidosa”, explica. Sin embargo, el sueño se escapa de mí. Pierre me tranquiliza. “Al final de esta primera noche, el cansancio te ayudará a dormir mejor.” Y así sucedió.
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