Senderismo y bebidas espirituosas: la clave para una preparación exitosa es la moderación

“¿Qué? ¿Vas a tomar algo? ¡Eso no es serio para un deportista!”, se indigna la voz racional.

“Déjalo, no es un atleta profesional.”, responde la voz indulgente.

“¡Cállate! Aún puede hacer cambios positivos.”, intenta calmarse la voz racional.

“No, ya es demasiado tarde. Su preparación está arruinada. ¡Es hora de relajarse en el sofá!”, se regocija la voz indulgente.

La lucha interna entre el bien y el mal

Mientras estas voces discuten en tu mente, un profundo sentimiento de culpa puede invadirte. Y, seamos sinceros, esto es solo una lucha ficticia. No hay motivo para dramatizarlo. Ambas voces aportan argumentos válidos, aunque extremos.

Escuchar la voz del equilibrio

Es esencial prestar atención a la voz que busca el equilibrio. Imagina que esta voz tiene un nombre: Stéphane. Es el Director de Marketing y Comunicación de DECATHLON. Este apasionado del deporte, ex judoka y bailarín, sabe disfrutar de la vida.

“Me encanta disfrutar de la buena comida y de una copa de vino.”, confiesa Stéphane con una sonrisa. “No bebo todos los días. Solo en ocasiones especiales.”

Un enfoque saludable hacia la vida

Para él, la calidad es más importante que la cantidad. “Visito a los productores locales. Me gusta conocer lo que consumo. El buen vino tiene su encanto.”

Stéphane es un ejemplo de cómo se puede ser un deportista y a la vez disfrutar de los placeres de la vida. La clave está en el equilibrio. Él combina su amor por el trail con un buen vino tinto y un exquisito embutido.

Redefiniendo el placer

El hedonismo, cuando es moderado, no es un pecado. Permítete disfrutar de las cosas buenas de la vida. Una copa de vino bien elegida, acompañada de buena compañía, puede ser un regalo. “Todo en moderación”, asegura Stéphane.

Ahora, esa culpa que sentías comienza a desvanecerse, ¿verdad? La vida es para disfrutarla con sensatez. Recuerda lo que diría tu madre: “Un poco de todo es lo ideal.”