Senderismo y bebidas alcohólicas: la clave del éxito en tu preparación es la moderación

“¿De verdad vas a tomar algo? ¡Eso no es propio de un deportista!”, exclama la voz de la razón.

“Déjalo, ¡él no es un profesional!”, responde la tentación.

“¡Cálmate! Aún puede corregir el rumbo…”, se consuela la voz positiva.

“¡Es demasiado tarde! Su preparación está arruinada. ¡Ahora disfruto del sofá! ¡Mwahaha!”, se regocija la tentación.

Mientras estas voces discuten en tu mente, una intensa sensación de culpa te invade. ¿Por qué te afecta tanto? Es solo una situación imaginaria. No hay razón para dramatizarlo. Además, ambas voces tienen puntos válidos, aunque extremos.

Perspectiva del equilibrio

Es crucial escuchar la voz del equilibrio. Si esta tuviera un portavoz, sería alguien como Stéphane, Director de Marketing y Comunicación de DECATHLON. Él es multifacético: ex judoka, bailarín, instructor de fitness y amante del vino.

Stéphane no solo disfruta de la vida, sino que también aprecia el placer de correr. Comenzó a correr y hacer trail al unirse a DECATHLON en 2012.

La importancia de disfrutar con moderación

“Me encanta comer y disfrutar de un buen vino (risas). No voy a exagerar con el alcohol. No bebo durante la semana y tampoco todos los fines de semana. Valoro mucho lo local. Me gusta visitar productores y descubrir vinos elaborados con pasión”, dice Stéphane.

Para él, el correr se combina con un buen vino tinto y un delicioso embutido. La moderación es clave en el hedonismo. Un poco de todo, como diría tu madre.

Desmitificando la culpa

Es hora de que esa culpa se disipe, ¿verdad? La vida no se trata de negar placeres. Por supuesto, el equilibrio es fundamental. Celebrar cada pequeño triunfo. Sin embargo, esto no significa renunciar a disfrutar de lo que amas.

Conclusión: el arte de vivir bien

Finalmente, es esencial encontrar un balance entre el deporte y el disfrute. El bienestar no es solo físico, también es mental. Así que, si deseas un buen vino o un placer culposo, hazlo con conciencia. La vida es para disfrutarla, siempre que lo hagas con razón. Recuerda, el equilibrio te hará más fuerte. ¡Vive a plenitud!